
Con los regalos que dejó, México recuerda al Papa Francisco con gratitud y cariño
24 abril, 2025En 2016, México recibió con los brazos abiertos al Papa Francisco. Durante seis días, su presencia no sólo dejó mensajes de esperanza y consuelo, sino también una serie de gestos y obsequios que hoy, especialmente tras su fallecimiento, se atesoran con aún mayor cariño.
Su primera parada fue la Ciudad de México. El 13 de febrero inició sus actividades con un encuentro con los obispos en la Catedral Metropolitana. Más tarde, visitó la Basílica de Guadalupe. Allí, frente a la Virgen de Guadalupe, el Santo Padre oró en silencio y le ofreció un ramo de rosas amarillas.
De ese día quedan aún el solideo que usó en la Misa de Catedral y una medalla conmemorativa que son exhibidas en este momento en el Altar de Reyes. Mientras que en la Basílica se muestra el Rosario con el que oró frente a la Virgen y las flores conservadas que le entregó.
El 15 de febrero, Francisco llegó a Chiapas. En San Cristóbal de las Casas, compartió la mesa con pueblos originarios y, al final de la comida, según compartió a ACI Prensa el Cardenal Felipe Arizmendi, entregó discretamente un donativo “para los pobres de la diócesis”. “A mí me hacen donativos y yo los comparto”, le dijo al entonces obispo Arizmendi.
En Tuxtla Gutiérrez, celebró una Misa junto a miles de familias. De acuerdo con información compartida a ACI Prensa, quedó la silla donde se sentó, el papamóvil y el solideo que usó, como huellas materiales de su visita.